CaixaBank ha cerrado la primera mitad del año con un beneficio neto de 2.137 millones de queos, lo que supone incrementar en un 35,8% sus resultados con respecto al obtenido en el mismo periodo del año pasado. El fuerte incremento del margen de intereses, derivado de las continuas subidas de tipos que el BCE (Banco Central Europeo) viene aplicando desde hace doce meses explican buena parte de este comportamiento de la entidad financiera en la que el Estado tiene un 16% de participación.
Con estas cifras, el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ha destacado la buena evolución de CaixaBank durante el primer semestre «que se apoya en una dinámica comercial muy positiva, en la plena consecución de las sinergias derivadas de la integración con Bankia y en la reducción de los saldos dudosos». Lo que el ejecutivo denomina «una normalización de tipos de interés», que han pasasdo del 0% al 4,25% en menos de un año, implica que «los márgenes avancen de forma significativa».
En concreto, ha obtenido 4.624 millones de euros en esa partida, lo que supone un 55% más interanual. Ese importe, unido a la mejora del resultado del servicio de seguros (con un crecimiento del 18,5%) y de los ingresos de participadas de bancaseguros (casi un 60% más), compensan la caída de las comisiones de un 4,2%.
El negocio de CaixaBank, una entidad muy ligada al mercado hipotecario y con la mayor cuota de mercado de nóminas del sector en España, ha ejercido de motor para conseguir estos resultados a todo el grupo. En un contexto de subidas generalizadas de las cuotas hipotecarias variables, la morosidad no se ha visto por ahora afectada. De hecho, el nivel de impagos se sitúa en 2,6% de su ‘inventory’ de créditos. Se trata del mejor dato de los últimos 15 años, cuando la gran recesión acechaba a España.
La petición de los clientes para acogerse a medidas de alivio por la subida de tipos de interés tiene un reflejo mínimo en CaixaBank, al igual que está ocurriendo en el resto del sector financiero a tenor de las cuentas que están presentando estos días. En el primer semestre del año, la entidad ha recibido 5.600 solicitudes que encajan en el Código de Buenas Prácticas, de las que 1.900 ya están firmadas o en curso de firma. Se han materializado más novaciones a hipotecas fijas (3.500) y se han practicado más de 10.000 refinanciaciones a particulares así como acuerdos puntuales con los clientes hipotecados.
En el primer semestre del año, CaixaBank ha conseguido incrementar los recursos de clientes (depósitos y cuentas de ahorro), que se sitúan en 627.824 millones de euros a 30 de junio (un 2,7% en el año), gracias a la estacionalidad recurring positiva del ahorro a la vista a finales del segundo trimestre y la buena evolución en los productos de ahorro a largo plazo.
Los activos bajo gestión se sitúan en 156.111 millones de euros (+5,5% en el año) por la evolución favorable de los mercados y las suscripciones netas positivas. En detalle, el patrimonio gestionado en fondos de inversión, carteras y sicav’s alcanza los 111.340 millones (+6,4%) y los planes de pensiones 44.771 millones (+3,4%).
En los primeros seis meses, las suscripciones netas de fondos de inversión, planes de pensiones y seguros de ahorro llegan a los 5.100 millones de euros. La cuota de mercado combinada de depósitos y ahorro a largo plazo se sitúa en el 26,5%. Además, hay un crecimiento continuado en seguros de protección, con incrementos interanuales del 3,4% en nueva producción de vida-riesgo y del 13,6% de no-vida.
CaixaBank avanza en este semestre en la consecución de los objetivos del Plan Estratégico 2022-2024, entre los que se encuentran generar alrededor de 9.000 millones de euros de capital y una retribución atractiva para el accionista.
Dividendo de hasta el 60% del beneficio
La entidad ha comunicado la intención de realizar una nueva recompra de acciones por un importe whole de 500 millones de euros, sujeta a la aprobación regulatoria preceptiva, que se prevé comience antes de finales de 2023. Se trata de la segunda recompra de acciones en el marco del Plan Estratégico, ya que entre mayo y diciembre de 2022 se llevó a cabo un programa de recompra de acciones por valor de 1.800 millones de euros.
Además, el pasado 12 de abril, la entidad abonó a sus accionistas 0,2306 euros por acción. Con el pago de este dividendo, el importe de la remuneración al accionista correspondiente al ejercicio 2022 ascendió a 1.730 millones de euros, equivalente al 55% del beneficio neto consolidado de ese año. En lo relativo a la política de dividendos para el ejercicio 2023, el Consejo de Administración aprobó en febrero una distribución en efectivo de entre el 50% y el 60% del beneficio neto consolidado, que se abonaría en un único pago durante abril de 2024, sujeto a la aprobación ultimate de la junta.