Diferencias por el pacto entre la UE y Mercosur empañan la cumbre que arranca mañana con países latinoamericanos

BRUSELAS, 16 de julio. (PRENSA EUROPEA) –

Los líderes de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se reunirán este lunes y martes por primera vez en ocho años para “recalibrar” una alianza estratégica que ha sido descuidada en los últimos tiempos, y lo harán así en una cumbre de Bruselas que estaba llamada a ser escenario de armonía en los ámbitos político, económico y comercial pero que corre el riesgo de empañarse por diferencias fundamentales en materias como la finalización del acuerdo comercial entre los 27 y el Mercosur .

Se trata de un encuentro “político” donde las dos regiones acuerdan que no es el lugar de negociaciones comerciales, sino un foro “dinámico” donde se fomentan los encuentros bilaterales entre mandatarios y se ofrece un “catalizador” para el desarrollo de proyectos e inversiones que favorezcan la transición digital y ecológica.

También tendrá lugar un foro empresarial previo en el que estarán presentes empresas de ambos lados del océano, entre ellas varias españolas como Iberdrola, Telefónica o Hispasat, y que será inaugurado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

No en vano, la tercera cumbre UE-CELAC de la historia llega en un momento en que la influencia de China y Rusia en la región latinoamericana preocupa a Europa, que sigue siendo el principal socio inversor en América Latina pero que aspira a estrechar lazos por la necesita romper su dependencia energética y de materias primas tras las tensiones con Pekín y Moscú desde la invasión rusa a Ucrania.

En este contexto, la cumbre de Bruselas será el marco para la firma de nuevos acuerdos energéticos con Argentina y Uruguay y de materias primas críticas con Chile, según fuentes comunitarias, pero también servirá para hacer un balance de los acuerdos comerciales fundamentales que la Unión Europea aspiraba a cerrar este semestre, aprovechando el empuje de la presidencia española del Consejo de la UE, pero eso aún no ha despegado.

Tras varios años de modernizar las relaciones con Chile y México, con quienes la UE ya tenía un marco particular de relaciones, solo el pacto político y comercial con Chile parece haber llegado a la fase final y la propuesta para su firma definitiva ya está sobre la mesa. . la tabla de países, con opciones a concluir antes de fin de año.

También optaron por ese calendario para México pero el proceso no está tan avanzado y, aunque se mantiene la voluntad de cerrarlo este 2023, el acuerdo no está maduro.

Sin embargo, las dificultades para avanzar en el pacto entre la Unión Europea y el Mercosur –Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay–, cuyo acuerdo fue anunciado en 2019 tras dos décadas de negociaciones pero que se encuentra estancado desde entonces, enturbian el panorama. Cita euro-latinoamericana y complicar la redacción de la declaración final.

España aspiraba a poder anunciar el desbloqueo durante su semestre de presidencia europea y Bruselas insiste en que hay una “ventana de oportunidad” histórica para sellar esta relación comercial, sin margen para “reabrir” el acuerdo pero con salvaguardas ambientales adicionales sobre el mesa que a los países del Mercosur no les ha gustado y que no han convencido a Francia y Austria para que levanten su tradicional rechazo al pacto.

A falta de que el bloque del Cono Sur responda en las “próximas semanas” a la última propuesta europea para salvar el acuerdo, Lula dijo hace una semana sobre el documento comunitario que es “inaceptable” y criticó que “los socios estratégicos no negocian en base a sobre la desconfianza y la amenaza de sanciones”. Los países del Mercosur no aceptarán el “eterno papel de exportadores de materias primas, minerales y petróleo”, subrayó.

Por otro lado, Francia considera irrenunciable su demanda de que el mecanismo que la UE pretende llegar a un acuerdo con Mercosur contra la deforestación y con compromisos ambientales adicionales incluya lo que define como “cláusulas espejo”, para garantizar que los productores de esa región que exportan a Europa bajo el nuevo acuerdo están sujetas a los mismos estándares “extremadamente altos” que se imponen a los agricultores y ganaderos europeos.

“Es una cuestión de coherencia y justicia”, advierten fuentes del Elíseo para dejar claro que París mantendrá su reserva a la conclusión del acuerdo con Mercosur mientras no se garanticen sus condiciones.


Comments

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *