El Departamento de Justicia de Estados Unidos demandó este lunes (24.07.2023) al estado de Texas por haber instalado una barrera de boyas en el Río Grande, frontera natural con México, sin autorización federal, con el objetivo de frenar el paso de migrantes.
La Fiscalía federal había dado al gobernador de Texas, el republicano Gregg Abbott, un plazo que finalizaba el lunes para retirar las boyas por los riesgos ambientales y humanitarios para los migrantes que supone dicha barrera.
La demanda civil interpuesta exige el retiro de las boyas, al considerar que Texas viola la Ley de Ríos y Puertos de 1899 por haberlas instalado sin autorización del Gobierno del demócrata Joe Biden.
“Esta barrera flotante representa una amenaza para la navegación y la seguridad pública, además de elevar los riesgos humanitarios. Además, ha provocado protestas diplomáticas de México, poniendo en riesgo la política exterior de Estados Unidos”, dijo la fiscal general adjunta Vanita Gupta en un comunicado.
El Departamento de Justicia del Gobierno de Biden había amenazado la semana pasada con demandar al estado, pero el gobernador de Texas respondió este lunes que se negaba a retirar las boyas.
En una carta enviada a Biden, Abbott lo acusó de inacción ante la llegada de migrantes a la frontera sur del país y afirmó que “Texas utilizará plenamente su autoridad constitucional para enfrentar” esta crisis.
México rechaza la medida
El gobernador texano ordenó a principios de mes la instalación de la barrera de boyas, además de una cerca de alambre para evitar el cruce de migrantes de México.
Esta barrera ha provocado el rechazo de grupos proinmigrantes y ambientalistas, así como del Gobierno de México, que envió una nota diplomática a Estados Unidos advirtiendo que la barrera viola el Tratado de Aguas entre ambos países.
La Administración Biden también asegura que los cruces fronterizos han caído a sus niveles más bajos en los últimos dos años desde que en mayo comenzó a aplicarse la nueva política de restricciones fronterizas, que reemplazó al llamado Título 42, la regulación sanitaria que permitía expulsar a los migrantes por la pandemia de COVID-19.
Un alto funcionario del gobierno dijo a los periodistas que los republicanos “no tienen soluciones” y que “solo quieren caos”.
Abbott, conocido por su discurso contra la inmigración, comenzó a alquilar autobuses el año pasado para enviar inmigrantes a través de la frontera mexicana hacia Texas, a estados gobernados por demócratas.
mg (EFE, AP)