El estadio del FC Barcelona fue ampliado en mil novecientos ochenta y dos bajo el mandato de José Luis Núñez con motivo del Mundial de 1982. Entonces se aprovechó la oportunidad para sacarle una tajada. Más allá de obtener nuevos asientos, se creó una zona VIP, que se ofreció a los socios de alto poder adquisitivo. Solo socios, esa era la condición primordial de Núñez. No quería que ninguna empresa comprara esos cuartos para 14 personas que pudieran disfrutar de una zona privada, con derecho a un servicio de bar privado y un elegante lugar para ver el partido.
Una zona que había quedado absolutamente decadente después de tanto tiempo y que durante años se convirtió en una zona de marketing, porque muchos de los primeros compradores revendieron su lugar en el campo, una buena zona con buena visibilidad y fácil acceso por el costado del estadio. Así dice Relevo: hubo socios que ganaron buen dinero después de su inversión inicialalgo que a día de hoy, y dada la coyuntura, indigno de la actual junta, consciente de que está ante un problema.
“Creen que son dueños de un área del estadio que ha desaparecido. Sabemos que vamos a tener que negociar y ya hemos empezado a hacerlo. Lo resolveremos por pura lógica, seguro”, admiten fuentes de la directiva. Son muy conscientes de que los nuevos palcos especiales van a representar una fuente de ingresos absolutamente imprescindible para las paupérrimas arcas del club, pero los socios que han tenido sus asientos en la zona prioritaria durante muchos años se creen dueños con derecho a mantener su abono en los nuevos palcos. Y ahí radica el problema. “Nosotros pagamos por esa zona y queremos seguir teniendo derecho a un asiento en la nueva zona VIP”.admite uno de los miembros con suscripción en ese lugar especial del campo. “No son dueños de un área que ha desaparecido”mantener las fuentes de la directiva.
Estos son los palcos vip del Camp Nou??????? Joder, que tienda más cutre 😂 Parece la peña local de las fiestas de Villar del Buey 😅 pic.twitter.com/f5oAvja9hn
— BRUS® (@Brus__ElVikingo) 23 de abril de 2023
El trato de Laporta
De hecho, cuando Joan Laporta llegó a la presidencia en su primer mandato, en 2004, intentó recuperar esos escaños para obtener un beneficio acorde con los tiempos. Es decir, ofreció un trato a los abonados de la zona VIP: canjearlos por otras butacas del estadio, con descuento en los abonos, y/o en el mejor de los casos, recomprarlas a precio de mercado. Hubo un motín por parte de los miembros abonados al área, quienes amenazaron con ir a juicio, algo que no sucedió tras la negociación con el gerente de miembros del área vip.
En algunos casos, bastantes, hubo quienes emigraron a otras zonas del campo a cambio de una rebaja en el abono, liberando asiento. Entonces, el club pudo reagrupar socios liberando cajas que revendía a empresas privadas -llámese Nike, Damm u otras- que pagaban mucho. Hizo obras mejorando, evidentemente, las condiciones de uso. Fue lo máximo que logró Laporta. También logró aumentar el precio del abono, como recuerdan algunos propietarios. “No mucho”, reconocen los socios que vivieron esos días. “Una miseria”, recuerdan los directivos presentes en esa directiva. Estamos hablando del año 2004.
Desde entonces, el club creó nuevas fórmulas para ofrecer espacios especiales a socios y no socios, especialmente empresas. Cual patrocinador a la entidad oa quienes pagaban un pasto por cada partido en el Camp Nou, ofreciendo servicios especiales a sus invitados. Como la de Gerard Piqué, con visita previa al Estadi, servicio de catering en el descanso, experiencias con visitas de jugadores al final del partido… Un lujo, según se quiera ver.
El asunto terminará “en negociación”
Con la nueva reforma desaparecerán todas esas zonas privadas, creando otros nuevos y mejores, por supuesto. Incluidos los viejos y obsoletos palcos de Núñez. Según el pronóstico, En esta zona de 40 palcos y con capacidad para 14 personas en cada uno de ellos se pasará, según aseguran las fuentes consultadas, a 68 camarotes, seguramente para las mismas personas, aunque los planes aún no están definidos con exactitud y pueden variar según el gusto del consumidor. No se dan cifras de lo que se pagará por cada asiento. O el club no los tiene calculados o no los quiere dar. No se ha proporcionado el socio. “Serán a precio de mercado, no lo han dicho”, ambas partes admiten. El que ha enviado el email, el club, y el que lo ha recibido, el socio.
lo que esta claro es que el asunto terminará en “negociación”, como admiten en el club. De hecho, los propietarios de las primitivas zonas VIP, que en algunos casos compraron en 1982 y que sorprendentemente no recuerdan por cuánto (lamentamos no haber obtenido datos confirmados), se temen lo peor. “Van a multiplicar por seis la inversión”, aseguran. En tiempos de Gaspart, dos hermanos compraron dos plazas por dos millones de pesetas. “Tenemos que ponernos al día con lo que se paga hoy en Europa”, afirman en la directiva. Es fútbol moderno.
“No lo consideramos justo. Teníamos un asiento preferencial y queremos un asiento en una zona preferencial”, afirman los socios que vivían en esa zona. “Esas butacas han desaparecido y les ofrecemos la posibilidad de tenerlas, aunque en una zona nueva que nada tiene que ver con la desaparecida. A un precio que nada tiene que ver con el de 1982”, resumieron en el club. “Hablaremos, por supuesto”, aseguran fuentes de la junta. “Hablaremos, por supuesto. Pero donde sea necesario”, reconoce uno de los afectados, que no se considera portavoz pero que la semana pasada mantuvo una reunión con los afectados por el problema en la zona VIP y que insinúa que si tienen que ir a juicio se marcharán. Ya están buscando un abogado, de hecho.
El Camp Nou parece ser un problema para algunos socios, más allá de Monjuïc. Donde el club ve una mirada al futuro, algunos siguen viendo un asiento anclado al pasado. Tal vez con razón. O no. Mientras tanto, las grúas continúan trabajando en el antiguo Camp Nou, que ha desaparecido. No para todos.
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