PREGUNTAR. Retrocedamos un poco más. El top de Isco llega entre 2012 y 2018… Temporada en el Málaga, fichaje por el Madrid, cuatro Champions, estrella de la selección… Pero se opera de apendicitis, Lopetegui está despedido, llega Solari y de ahí, Nosotras Veo al mejor Isco. ¿Es el punto de inflexión en la carrera de Isco?
RESPUESTA. ¿Sabes lo que pasa? Estás en el Madrid y estás al máximo al que puede aspirar un jugador. Estás en el club más grande de la historia, donde también has tenido malos momentos pero al final siempre te las arreglaste para sobreponerte… Siempre terminaba jugando cuarenta y cincuenta partidos.
P. Terminaste con la BBC.
R. Exacto, por eso lo digo. Que al final siempre superó las adversidades y jugó. Fui titular en dos finales de Champions, en finales de Copa, en Supercopas… Hasta 2018 conseguí estar en todos los momentos importantes y como te decía, el Madrid es el mejor equipo de la historia. Y aquí, entre comillas, viene el problema. Porque salir del Madrid en el momento exacto que hay que hacerlo es lo más complicado del mundo y le ha pasado a muchos jugadores. Y ahora vuelvo a 2018. Me operaron de emergencia por apendicitis. Los médicos me dijeron que el asunto era complejo, con más de un mes de baja. Pero a los veinte días ya estaba jugando. Allí los médicos me habían advertido que me iban a presionar para que volviera antes de tiempo, que me iba a sentir bien, pero que no lo iba a estar, que iba a sufrir… Pero el equipo estaba pasando por un Mal momento Con varias derrotas como Alavés, CSKA y sentí que tenía que esforzarme para ayudar a mi equipo.

P. Y echaron a Lopetegui y llegó Solari.
R. Eso es. Y a partir de ahí, Isco ya no existió para nadie. Ni para el entrenador, ni para los asistentes, ni para nadie. Nadie me dio explicaciones de por qué de repente dejó de tener minutos y cuando le pregunté directamente a Solari me dijo que no pasaba nada, pero que el entrenador decidiera. Jugué, recuerdo, contra el Melilla y sin decir palabra me dejó varios partidos en la grada como ante la Roma. Ni siquiera en el banquillo. Me hizo viajar para dejarme sentado viendo el partido en la grada. Y no sentí apoyo del club ni de nadie. Y ahora, viéndolo con perspectiva, es cuando veo que debería haberme ido. Pero salir de Madrid es muy difícil. Porque, como decía, siempre había logrado revertir la situación. Otras temporadas me llamaba el club para decirme todas las ofertas que tenían para mí, o que iban a fichar jugadores en mi posición y que me iba a costar jugar, pero yo siempre respondía que había tardado me costó mucho llegar a donde estaba y eso me daba igual, competía con el que era necesario. Pero esta vez fue diferente… Debería haberme ido.
P. ¿Pero qué pasa con Solari?
R. Sinceramente todavía no lo sé. Después de uno de esos partidos en los que me había dejado en la grada sin darme ninguna explicación, recibí una llamada suya en la que me decía que estaba entrenando bien y que iba a empezar a confiar en mí. También me dijo un día que estaba lesionado y no estaba en la lista, pero pensé que las cosas cambiarían de todos modos. El siguiente juego me dejó en las gradas, así que realmente no sé si se estaba riendo de mí… Claramente me equivoqué y debería haberme ido. Pero había llegado Zidane y con él lo había hecho bien.

P. ¿Esperaba más de Zidane?
R. No. Creo que Zidane esperaba más de mí, la verdad.
P. ¿Bajó los brazos?
R. Zizou llegó en la recta final de la temporada y yo no estaba bien, la verdad. Fue un año muy duro por lo que te digo, estaba totalmente desmoralizado. También después de la Copa del Mundo, mi cabeza y mi cuerpo no pudieron. La temporada siguiente empecé sin jugar, pero hubo un clic en mi cabeza y pasó lo de otros años, cuando empecé a jugar partidos importantes: PSG en Champions, Barça en el Camp Nou, Supercopa de Arabia, contra El City en la Champions le marcó un gol. .. Estaba volviendo otra vez. Pero luego vino la pandemia. Y después de la pandemia dejé de jugar. Honestamente, fue más un demérito para mí. Y al año siguiente no estaba bien y se acabaron mis buenos tiempos en el Madrid. Jugué dos o tres partidos con Carletto y ya, pero él fue sincero conmigo y lo aceptó. Traté de entrenar bien y aprovechar los minutos que me dio.
P. Hubo un tiempo en que usted estaba entre los mejores jugadores del mundo y se le consideraba una estrella mundial, un potencial Balón de Oro…
R. He tenido buenos momentos, la verdad. El año del Mundial de Rusia y la temporada anterior fueron geniales. Pero después de la Copa del Mundo todo salió mal.
P. ¿Dejó de divertirse en el campo?
R. Se nota mucho en mí cuando me divierto y cuando no. Cuando se fue Julen, llegó Solari y no tuve oportunidades, estuve apático. “Joder”, pensé, “he tenido unos años geniales y ahora estoy así. ¿Qué más tengo que hacer para que me consideren importante en el club?”. Sí, me renovaron en el año del Mundial porque me faltaba un año y me lo había ganado. Y porque tenía muchas ofertas. Había miedo de que me fuera a un equipo rival.
P. ¿Está hablando del Barça?
RS Hablo del Barça. Me llamaba Bartomeu y con lo que pagaba Bartomeu en ese momento… Pero estaba muy bien en el Madrid, con mis compañeros, con un ambiente increíble en el vestuario… Era el equipo de mis sueños, en el que yo si hubiera ganado lo que soñé… no me iría de Madrid por todo el oro del mundo. La ciudad también es maravillosa. Como he disfrutado de Madrid, sabía que no iba a disfrutarlo en ningún otro sitio.
P. ¿Y qué ha hecho mal Isco en el día a día?
R. En la pandemia, como no teníamos previsión de volver, era un momento incierto para todos y me relajé. No trabajé en casa como debería haber entrenado. Y cuando te dejas llevar en el fútbol, sobre todo ahora que es tan físico, se nota. Y lo pagué. Pero a partir de ahí también te digo que me puse las pilas y trabajé mucho, pero el fútbol también depende de los entrenadores, de los compañeros que son mejores que tú… Y te toca a ti asumir.
Quien me fiche se encontrará con un Isco trabajador, con muchas ganas de jugar, de meter goles, de tirar el caos y de divertirse.