Que Yolanda Díaz decidiera sacar a relucir el pasado de Feijóo en la campaña junto al narcotraficante Marcial Dorado era de esperarse. Conoce mejor que nadie una historia que la enfrentó hace diez años con el mismo contrincante y por el mismo tema en el Parlamento de Galicia. Díaz era entonces el portavoz de Alternativa Galega de Esquerdas (AGE) -la alianza electoral de Xosé Manuel Beiras y Esquerda Unida- y Feijóo, un presidente en apuros por las comprometedoras fotografías que acababa de publicar el diario. El país y que revelaba años de amistad entre un alto funcionario sanitario gallego y un jefe de las Rías Baixas. Aquellas imágenes del líder del PP navegando con el narco en la ría de Vigo en 1995 o recorriendo la sierra de Asturias un año después estuvieron a punto de truncar la carrera política de quien las encuestas señalan como favorito para ganar las elecciones este Domingo. . Sin embargo, Feijóo logró salir airoso y lo hizo sin dar prácticamente ninguna explicación: enredado en numerosas imprecisiones y con la técnica del victimismo. Cuatro días después de la publicación de ese disco, Feijóo acabó con la sobreexposición mediática, repartió entre la prensa gallega 900.000 euros de ayudas de la Xunta y proclamó: “Se acabó la infamia”.
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Antes, el presidente de la Xunta había dado algunos datos sueltos de cómo había surgido la relación. Admitió que Dorado le había sido presentado por Manuel Cruz, conductor de la Xunta al servicio del entonces jefe de Feijóo, José Manuel Romay Beccaría, entonces ministro de Sanidad. Cruz tenía un segundo trabajo, más oscuro, como testaferro de Dorado. Era otro de los habituales de las excursiones al mar ya la sierra de Feijóo y el narco.
De las pocas explicaciones que dio, Feijóo dijo que había cortado toda relación con Dorado cuando empezó a desconfiar. Pero el juez José Antonio Vázquez Taín, que en ese momento investigaba al narcotraficante, dio una información que contradecía la versión del presidente de la Xunta pese a intentar defenderlo. En una entrevista en El mundo Señaló que en las conversaciones entre Feijóo y Dorado no había visto nada delictivo. Problema para Feijóo: esas conversaciones se habían producido después de la fecha en la que dijo que había cortado la relación. Todo quedó en medio de la nebulosa que envuelve aquellos años de Feijóo como número dos de la sanidad gallega.
Luego de varias apariciones públicas que solo aumentaron las sospechas sobre esa relación, el 24 de abril de 2013 Feijóo enfrentó una de las sesiones de control más difíciles de su vida. Los tres grupos de la oposición -la AGE de Díaz y Beiras, el Partido Socialista y el BNG- exigieron información sobre su relación con Marcial Dorado, a quien toda Galicia conocía como uno de los capos de las Rías Baixas y que, antes que Feijóo, para conseguir en sus yates ya había sido detenido en la Operación Conexión Peseta. Era la segunda vez que se planteaba el asunto en el Parlamento gallego.
La primera había sido unas semanas antes, en formato comparecencia y con un discurso en el que el histórico líder nacionalista, Xosé Manuel Beiras, sucumbía a las lágrimas al recordar a un familiar cercano atrapado por las drogas. Ese día Beiras lloró y en el segundo debate sobre el mismo tema Feijóo aprovechó eso para intentar ridiculizarlo. No tardó mucho más: Beiras se levantó y caminó hasta el asiento de Feijóo mientras se cortaba la tensión en la cámara. A un palmo de su nariz, golpeó la mesa con el puño mientras soltaba: “No eres digno de ser presidente de la Xunta”.
La siguiente en intervenir ese día fue Yolanda Díaz, pero Feijóo no iba a decir nada más, salvo exigir que le pidieran disculpas. El líder conservador se vinculó al victimismo y confesó sentirse intimidado por la actitud previa de Xosé Manuel Beiras frente a su escaño.
Pese a que Díaz le recordó que todo el mundo sabía a qué se dedicaba Dorado en el momento de sus escapadas con Feijóo (fueron media docena de viajes en un par de años), el político del PP se negó a dar ningún tipo de explicación. “Quien no era conocido en los 90, señor Feijóo, era usted. Marcial Dorado era conocido por todos en nuestro país”, le reprochó el líder de la izquierda. Feijóo respondió ofreciendo más silencio: “Como no merece ninguna respuesta, voy a enviar los datos que me pides a la cámara, a Justicia y a Galicia.” No cumplió esa promesa.
La Xunta destruyó las pruebas
La oposición quiso saber ese día cuántos contratos había firmado el gobierno de Fraga con Dorado y por qué montos. Y es que las comisiones de la Xunta a las empresas legales del narcotraficante es quizás uno de los capítulos menos conocidos de la historia entre Marcial Dorado y Alberto Núñez Feijóo. Los partidos de izquierda sabían que el Gobierno gallego tenía la obligación de custodiar toda esta documentación y lo reclamaron por vía parlamentaria. Cuando los papeles llegaron a la Cámara, lo que encontraron fue una sucesión de puntos suspensivos y ni un solo contrato de la época en que Feijóo ocupaba un alto cargo en el Ministerio de Salud. ¿Qué ha pasado? Según el equipo de Feijóo, los contratos con las empresas legales de Dorado se habían perdido en una inundación que afectó la bodega donde estaban guardados.
El asunto quedó así resuelto y Feijóo ganó minutos en el reloj para la publicación de su biografía conjunta con Dorado en imágenes, en momentos en que era director del Servizo Galego de Saúde (Sergas), departamento que está a cargo de la salud. gestión y también la lucha contra las drogodependencias.
Feijóo: “Marcial Dorado no me ha quitado ningún voto”
Esta campaña electoral no es la primera en la que Feijóo resucita de su pasado de peligrosas amistades. El 10 de marzo de 2020, elDiario.es entrevistó al líder del PP en su condición de candidato a la presidencia de la Xunta. Esa semana Jordi Évole había anunciado la presencia de Marcial Dorado para una entrevista en Salvado. Lejos de mostrarse nervioso por tal hecho, Feijóo aseguró que su relación con el narco nunca lo había penalizado en las urnas: “Hasta donde yo sé, Marcial Dorado no me ha quitado un voto”. Esas elecciones tuvieron que posponerse por la pandemia y el programa Évole también. Cuando llegó el día de la votación, Feijóo obtuvo de él la cuarta mayoría absoluta. Uno de esos votos, como le confesaría a Évole, fue el del propio Marcial Dorado.
Ahora es Yolanda Díaz quien ha vuelto a sacar el tema de Feijóo y Dorado. El último domingo de campaña pidió desde su acto central en Madrid que la candidata del Partido Popular explicara su amistad con “uno de los mayores narcotraficantes del mundo”. Habrá que ver si esta vez las alusiones a su pasado encuentran votos críticos o, como dice Feijóo, la relación con un narcotraficante no cobra factura electoral.
En todo caso, en aquella marcha de hace diez años, cuando El país reveló esa estrecha relación, el propio Feijóo prefirió no comprobarlo directamente. Mientras media Galicia estaba atónita por la exclusiva, él decidió poner tierra de por medio y viajar en una visita comercial a México. El periódico Vanguardiapublicado en ese país, recibió su llegada con el siguiente titular: “Político vinculado al narco visita Peña Nieto”.
Las tres preguntas que le hizo la radio pública gallega el día de la publicación de las fotos quedarán para la historia: ¿Por qué se publican ahora? ¿Quién crees que está detrás de esto? ¿Vas a emprender acciones legales contra el periódico que las publicó?
Y una frase que está en el podio de los memes políticos gallegos. “Solo sé que había nieve”. Feijóo lo pronunció cuando intentó demostrar que, al contrario de lo que él mismo había dicho, algunas de las fotos publicadas no correspondían a Andorra sino a Picos de Europa.
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