El cerebro humano se desarrolla rápidamente en los primeros meses de vida. Un equipo de investigación estadounidense ha identificado un micronutriente en la leche materna que permite que las sinapsis, las conexiones entre las neuronas, crezcan particularmente rápido en esta etapa temprana del desarrollo fetal.
La leche materna es mucho más que un alimento. Es un biofluido rico en micronutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo saludable de los bebés.
Ahora se ha descubierto que, además de aportar la cantidad adecuada de grasas, azúcar, agua, proteínas y vitaminas, la leche materna contiene componentes que favorecen la formación de conexiones neuronales en el cerebro de los bebés, lo que mejora su desarrollo cognitivo.
molécula de azúcar
Un estudio publicado en la revista PNAS ha identificado uno de estos componentes: el mio inositoluna pequeña molécula de azúcar cíclica que también se encuentra en la dieta típica de un adulto, que incluye frutas y granos.
Investigadores de la Universidad de Yale analizaron muestras de leche donadas por madres en sitios de Cincinnati, Ciudad de México y Shanghái durante la lactancia.
Observaron que el mioinositol estaba presente en todas las muestras en altas concentraciones al principio y disminuyó gradualmente a lo largo de la lactancia. Además, tenía un perfil temporal idéntico en los tres sitios, lo que sugiere que la molécula está muy controlada por la madre.
conexiones neuronales
Los investigadores examinaron los efectos del mioinositol en el cerebro en desarrollo utilizando una variedad de modelos, incluidas neuronas humanas cultivadas y tejido cerebral cultivado.
Descubrieron que la molécula de azúcar aumentaba la abundancia de sinapsis en las neuronas y mejoraba la conectividad neuronal.
Estos hallazgos demuestran que la leche materna es extremadamente valiosa porque apoya la formación de conexiones en el cerebro de un bebé, lo que puede tener beneficios a largo plazo para su salud mental.
Prueba de laboratorio
Para llegar a estas conclusiones, el equipo de investigación examinó la eficacia del mioinositol en el laboratorio, tanto en células nerviosas de ratas y humanas, como en ratones.
Y observó cómo esta sustancia promovía el crecimiento de nuevas conexiones, las llamadas sinapsis: a mayor dosis, más fuerte el crecimiento de las conexiones neuronales.
Otros experimentos con cultivos de células cerebrales de ratones mostraron que la sustancia también permite que crezcan nuevas conexiones en el cerebro adulto.
en muchas especies
Según los investigadores, se cree que el inositol es una sustancia bioactiva activa en el cerebro de muchas especies.
En la leche materna humana, ocurre en fases críticas del desarrollo del cerebro en una dosis similar en todo el mundo. Esto subraya su papel en la alimentación de los recién nacidos.
Según el estudio, se necesita más investigación sobre los efectos exactos en adultos. Sin embargo, los nuevos hallazgos ya podrían ayudar a que la leche infantil producida industrialmente sea aún más similar a la leche materna, para todas las mujeres que no pueden o no quieren amamantar.
más beneficios
Pero los beneficios de la leche materna no se limitan al cerebro. La leche materna también protege a los bebés de infecciones y enfermedades, ya que contiene anticuerpos que estimulan su sistema inmunológico.
La lactancia materna también reduce el riesgo de asma, obesidad, diabetes tipo 1 y síndrome de muerte súbita del lactante. Además, la lactancia materna brinda beneficios físicos y emocionales por el contacto piel con piel y la succión, lo que puede fortalecer el vínculo entre la madre y el bebé.
La lactancia materna también tiene beneficios para las madres: reduce el riesgo de cáncer de mama y de ovario, osteoporosis, enfermedades cardiovasculares y obesidad.
La lactancia materna también ayuda a recuperar el peso previo al embarazo y a retrasar el regreso de la menstruación. La lactancia materna puede ahorrar tiempo y dinero al no tener que comprar ni preparar fórmula.
Referencia
El mioinositol, componente de la leche humana, promueve la conectividad neuronal. Andrew F. Paquette et al. PNAS, 11 de julio de 2023; 120 (30) e2221413120. DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2221413120