Alberto Núñez Feijóo nunca ha terminado de explicar qué hacía en el yate del narcotraficante Marcial Dorado a mediados de los 90 en la ría de Vigo. No ha entrado en detalles sobre el resto de sus viajes compartidos a, al menos, Canarias, Picos de Europa o Cascais, de los que El país Publicó, hace ya diez años, todo un álbum de fotos. Pero el eje central de la defensa del expresidente de la Xunta de Galicia y ahora candidato del PP al Gobierno de España siempre ha girado en torno a que desconocía las actividades de su entonces amigo. Lo ha repetido este miércoles en Al Rojo Vivo, de La Sexta: “En ese momento no tenía acusación por ello. Ahora es más fácil saber cosas porque hay internet y Google. Hasta que lo conocí, este hombre no tenía causa para el narcotráfico”. Un repaso a la hemeroteca muestra que o Feijóo no hacía caso a la prensa, y que ya era un alto cargo de la Xunta de Galicia, o ha incurrido en una nueva “imprecisión”. Dorado había protagonizado, antes de estrechar su relación con Feijóo, decenas de noticias y titulares en los principales diarios por sus vínculos con el contrabando de tabaco y -algunos periodistas lo señalaron- con el narcotráfico.
La estrecha relación de Feijóo con el narco Marcial Dorado irrumpe en la campañaMás
“El padrino de la ría de Arosa”, titulado la vanguardia el 29 de junio de 1989. Era una información de tres cuartos de página firmada en Basilea (Suiza) por enviados especiales. “El grupo de contrabandistas más activo de esta organización -empezaba la pieza- es el conocido como ‘Grupo Marcial’, que es objeto de investigación por parte de los tribunales suizo y francés, encabezados por Marcial Dorado”. De ninguna manera fue una noticia aislada. El equipo de documentación salvado (La Sexta) contabilizó, para su entrevista con Feijóo en 2018, al menos 66 datos en La voz de Galicia18 de El país20 de A B C y 19 de la vanguardia.
era solo el A B C la que, el 17 de junio de 1990, ahondó en “el circuito de la coca”. Debajo de esa diadema apareció un dibujo del rostro de Marcial Dorado. “Está procesado en la investigación más importante por contrabando que se ha abierto en Galicia, que data de 1984”, dice el texto, “Jueces franceses y suizos le vinculan a una operación internacional de blanqueo de capitales procedente del contrabando y denominada ‘conexión de pesetas’. El despliegue del diario madrileño fue relevante. Marcial Dorado había sido uno de los detenidos en la Operación Nécora, que el juez Baltasar Garzón dirigió desde junio de 1990 y supuso la primera gran redada contra el narcotráfico en Galicia. Luego Dorado, cuya fotografía había aparecido en todos los periódicos, incluida la portada de La voz de Galicia -Évole se lo mostró a Feijóo en su programa-, se fue libre. Según el propio Feijóo, lo conoció cuatro años después por mediación de Manuel Cruz, chofer del Ministerio de Salud en el que Feijóo ocupó un alto cargo y testaferro en el narcotráfico. También tuvo un pasado ligado al extremo derecho ferrolano de la transición.
No fue hasta 2003 cuando Marcial Dorado fue detenido nuevamente por narcotráfico. Esta vez sería condenado a prisión por su relación con un alijo de 6.500 kilos de cocaína. Cuando El país publicó sus fotos, Feijóo aseguró que habían roto su amistad en 1997 y que recién lo habían vuelto a encontrar en 1999, en un funeral, el de Manuel Cruz. El juez que investiga el caso de 2003, José Vázquez Taín, reveló, quizás sin querer, que el ahora candidato a la Presidencia del Gobierno había mentido: una intervención en el teléfono de Dorado confirmó que las conversaciones entre los viejos amigos habían durado más allá de 2001.
El caso es que entonces Núñez Feijóo ya debería saber a qué se dedicaba Marcial Dorado. No como cuando navegaban juntos por la ría, o organizaban excursiones acompañadas de sus parejas a la montaña. Feijóo, secretario general del Ministerio de Sanidad en el que fue el primero de la extensa lista de cargos públicos que ha ocupado, se habían pasado por alto otros titulares. Los que en 1984, por ejemplo, denunciaron la primera detención de Dorado, esta vez por contrabando de tabaco. “El jefe contrabandista Marcial Dorado”, abrió la página El país el 5 de diciembre de 1984 “decidió comparecer ante el juez en reunión con sus abogados”. Tres semanas después, un reportero del mismo diario, hoy más conocido como escritor, Manuel Rivas, dedicaba una crónica a los hechos: “La Navidad portuguesa de los ‘reyes’ del tabaco”. Feijóo, se asegura, no estaba al corriente.
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