Una noche, Paul McCartney se despertó con una melodía enredada en neuronascomo. Sol, fa, fa, la, si, do, re… De un salto se levantó de la cama, se sentó al piano y empezó a tocarlo, una y otra vez. “No podía creerlo, estaba todo ahí, toda la canción”, le dijo más tarde el ex Beatle a un biógrafo. Se refería a ‘Yesterday’, uno de los temas más conocidos de la banda inglesa y más versionado en la historia de la música. Y lo había compuesto así, mientras dormía.
Aunque en la mayoría de ocasiones son bizarros e incoherentes -¿un cachorro amarillo volador?-, otras veces, mientras dormimos, podemos encontrar la solución a algunos problemas. “Ocho horas de sueño reparador nos permiten despertar con la mente despejada, para poder dilucidar una respuesta o idear una solución creativa a un problema o asunto”, dice. David K. Randall, periodista de agencia Reuterscolaborador de ‘Los New York Times’ y autor de ‘País de los sueños’. Aventuras en la extraña ciencia del sueño’ (En la tierra de los sueños. Aventuras en la extraña ciencia del sueño, aún sin traducción al español), considerado en Estados Unidos uno de los mejores libros de divulgación científica de 2012.
Hace tres años, este periodista, que es sonámbulo, comenzó a investigar este tema. “Me sorprendió descubrir cuánta ignorancia hay sobre el sueño. Uno espera que la ciencia tenga un conocimiento tan exhaustivo como el que tiene de la digestión o de cualquier otra función vital sin la cual no podríamos vivir. Y, sin embargo, es un completo misterio para la ciencia”.
neurociencia explicada
Y luego, por qué dormimos A pesar de que hay algunas hipótesis, preguntemos al neurocientífico qué preguntar, la respuesta es siempre la misma. “Hay quienes afirman que necesitamos dormir para ahorrar energía; otros, para aprender; algunos piensan que es para reparar tejidos, pero la verdad es que es muy difícil responder a esa pregunta”, intenta responder Joan Santamaria, neurólogo de la unidad multidisciplinar del sueño del Hospital Clínic de Barcelona, donde lleva 27 años dedicado a investigar qué ocurre cuando caemos en los brazos de Morfeo.
“Pasan muchas cosas cuando estamos descansando, pero ninguna de las descritas hasta ahora parece lo suficientemente importante como para justificar todo el proceso que sucede cada noche cuando el cuerpo se enfría un par de grados, comienza a segregar hormonas, el sistema simpático se activa y el cerebro registra tanta actividad como cuando estamos despiertos. Puede ser que en el origen de la evolución hubo un motivo importante y luego se han ido añadiendo otras funciones que aprovechan que estamos dormidos para hacer más eficientes determinados procesos”, añade este neurólogo.
Una actividad crucial
Experimentos y estudios realizados en las últimas décadas han arrojado algo de luz sobre este tema. Así es como sabemos, por ejemplo, que dormir es crucial, tanto como respirar o comer; que la privación del sueño conduce a la muerte en poco tiempo y que las pocas horas de descanso comprometen nuestro estado de salud, nuestras emociones e incluso las relaciones personales. Dormir bien es una cura intensiva a todos los niveles para el cuerpo, que fortalece el sistema inmunológico, repara músculos y tejidos dañados, nos recarga de energía, nos permite aprender nueva información y proponer soluciones más creativas.
En la década de 1990 se llevaron a cabo numerosas investigaciones que comenzaron a arrojar algunas hipótesis interesantes. Sugirieron, como ya había dicho Ebbinghaus un siglo antes, que el sueño es importante para consolidar nuevos aprendizajes Como por la noche el cerebro revisa una y otra vez los recuerdos adquiridos, descarta aquellos que considera irrelevantes y clasifica el resto. Y se vio que todo esto sucedió, sobre todo, durante la fase REM.
Actividad neuronal durante el sueño
Pero, ¿y si el cerebro estuviera ocupado en otras tareas durante las horas de sueño, además de aprender? En octubre de 2013, un equipo de investigadores dirigido por Maiken Nedergaard de la Universidad de Rochester en Nueva York planteó una nueva hipótesis: nuestras neuronas aprovechaban las horas de sueño para limpiarse. Cómo lo leen Han descubierto que existe una red de canales microscópicos llenos de líquido que se encargan de barrer los productos de desechos tóxicos que se generan por la propia actividad cerebral y enviarlos directamente al hígado para ser eliminados allí. Es un proceso que requiere mucha energía, lo que lo hace incompatible con el procesamiento de nueva información. Por lo tanto, sólo sucede cuando estamos dormidos. Esta investigación también es muy importante porque da una pista sobre las enfermedades neurodegenerativas.
Los neurocientíficos dicen que la ciencia del sueño acaba de comenzar. Y que, seguramente, en los próximos años podrá responder por qué dormimos y establecer también la relación entre el sueño y enfermedades, o parasomnias o trastornos del sueño, como sonambulismo, insomnio o apnea. Ya se están desarrollando programas informáticos que analizarán nuestros patrones de sueño y se los enviarán directamente a nuestro médico, para que los estudie y nos haga un seguimiento, para que pueda comprobar el funcionamiento de nuestro cerebro de forma no invasiva.
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